sábado, 24 de abril de 2010

... sí, es verdad!

Sí, es verdad!... no te quiero!... sí, es verdad!
Después de tu radical permanencia en el país de los cimientos, no soportaría abastecer mi esperanza con chirridos hechos palabras. Someramente he comprendido. No vale la pena que tengas el hábito de leer las páginas del diario, cuando tu interés se concentra en el horóscopo porque las demás, las utilizas para cubrirte de la lluvia si es que la pitonisa la pronosticó. 
Seguramente reprocharás la falta matices, reprocharas a mis pies que no puedan postrarse en tu cemento, pero el dolor que me causas se retribuye así mismo, sin siquiera darme una mínima explicación... se regocija la patología del descenso y definitivamente, prefiero caducar en tu mirada y desintegrarme en tus manos.
Doy punto final a la primera página que nunca has de leer. Demostrada está tu impermanencia. Mi paleta de colores oscuros no concentra grises; ya no importa, ya lo he superado. 
Gradúate de matemático en el vaivén de una raíz cuadrada y déjame a mí con mis cuentos fantásticos narrados por Rulfo y una poesía inventada con palabras que se cuestionan a sí mismas... mejor déjame, mejor cúbrete de la lluvia, yo prefiero mojarme en ella.